En qué consiste la ley de fomento a la agroindustria que presentó el Gobierno

Detalles de la iniciativa, elaborada en sintonía con el Consejo Agroindustrial Argentino.

El “Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial” busca generar divisas y nuevos puestos de trabajo. La iniciativa, promovida por el Consejo Agroindustrial Argentino apunta a beneficiar a la producción agropecuaria y agroindustrial de las 24 cadenas de valor del país.

La iniciativa fue elaborada en conjunto entre el secretario de Asuntos Estratégicos de la Nación, Gustavo Beliz, y el presidente de la Bolsa de Cereales y consejero del CES, José Martins, quien a su vez elevó el texto al Consejo Agroindustrial Argentino, entidad que apoya e impulsa la aprobación del proyecto puesto a consideración de los consejeros para la formulación de sugerencias.

Entre los puntos principales se destacan el otorgamiento de un plazo de 10 años para la amortización de las inversiones, el recupero anticipado del IVA, un bono a futuro para la inversión en semillas, y la definición de la ganadería como un bien público de consumo popular.

Según la iniciativa, el “Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial” comenzaría a aplicarse de manera retroactiva desde enero de este año, con vigencia hasta diciembre de 2030, y tiene por objetivo incrementar las exportaciones en 7.000 millones de dólares y generar más de 150 mil puestos de trabajos en todo el país.

La norma prevé la amortización acelerada en tres años – actualmente es en diez años- o acorde al tipo de inversión en cada sector del agro (por ejemplo, en la olivicultura es de 40 años).

Para inversiones en construcciones -excluida viviendas- y de infraestructura, establece que la cantidad de cuotas anuales, iguales y consecutivas será la que surja de considerar su vida útil, reducida al 50 por ciento de la estimada.

También prevé la devolución de IVA para inversiones en el plazo de un año, cuando actualmente eso se realiza en cuatro años.

Los interesados en acceder a los beneficios impositivos dispondrán de una “ventanilla única digital”, mientras que los controles posteriores verificarán el cumplimiento considerando indicadores tales como volumen de ventas, volumen de producción física, volumen de exportaciones físicas, cantidad de personal ocupado o inversiones realizadas.

Para actividades agroindustriales que tengan IVA diferentes, se podrán computar los débitos fiscales generados por tales operaciones: esto beneficiará al sector de carne porcina, entre otros.

Ganado
Por otra parte, el Régimen establece que los productores ganaderos, ante la valuación de hacienda vacuna a los fines del impuesto a las Ganancias, podrán optar por valuar sus existencias al momento de la venta y no durante el tiempo de engorde.

En ese sentido, la norma abarca a la hacienda cuyo peso promedio sea igual o superior a los 400 kilogramos vivo o que esos animales presenten un rendimiento en playa de faena de 225 kilogramos res con hueso en gancho.

Dejarán de pagar el Impuesto a las Ganancias durante los años de engorde y lo harán cuando los productores vendan los novillos: esto aumentaría la cantidad de carne para consumo en más de 60 mil toneladas anuales, según estimaciones del Consejo Agroindustrial.

Asimismo, con el propósito de incrementar la productividad de la ganadería vacuna, el proyecto prevé beneficios promocionales que alcanzarán a los ganaderos que obtengan, con respecto al promedio de los tres últimos ejercicios fiscales, aumentos en los porcentajes de destetes de terneros logrados o aumento del peso promedio de los animales enviados a faena.

Semillas y fertilizantes
La iniciativa se propone, también, incrementar el uso de semilla fiscalizada de especies autógamas de producción nacional y estimular la producción sustentable empleando fertilizantes e insumos, incluyendo los biológicos.

En este punto, se estableció un certificado de crédito fiscal intransferible, hasta el 50 por ciento de los gastos y erogaciones deducibles del Impuesto a las Ganancias correspondientes a adquisiciones de fertilizantes orgánicos e inorgánicos, insumos y fertilizantes e insumos biológicos, semillas autógamas, forrajeras y hortícolas, debidamente identificadas y fiscalizadas.

Ese certificado podrá ser utilizado por el término de 24 meses desde su emisión para la cancelación del Impuesto a las Ganancias o de sus respectivos anticipos y/o de la Contribución Especial sobre el Capital de las Cooperativas, y no podrá dar lugar a saldos a favor ni a reintegros o devoluciones por parte del Estado Nacional.

El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Dominguez, señaló que el proyecto busca “repensar el modelo de desarrollo desde la industrialización y quizás esto sea lo novedoso: pensar el proceso agroalimentario desde la inversión y la generación de valores”.

“Ojalá el Congreso, de una vez por todas y sin posiciones sesgadas por intereses secundarios, pueda debatir teniendo como norte el interés del país”, agregó el titular de la cartera agropecuaria.

A su turno, Beliz destacó el trabajo del CES en diversos ejes complementarios al “Régimen de fomento al desarrollo agroindustrial”, como los proyectos trabajados en biotecnología, tierras fiscales, hidrovía, inteligencia artificial y créditos hipotecarios.

Por último, Martins remarcó la necesidad de identificar “aquellos estímulos necesarios para atraer inversiones extranjeras y convencer a nuestros compatriotas para que vuelquen sus ahorros en actividades productivas”.

Y concluyó: “El objetivo es aumentar de 68.000 millones de dólares exportaciones a 100.000 millones de dólares y generar 700 mil nuevos puestos de trabajo en el interior de nuestro país”.

 

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