En la cárcel de Dolores elaboraron y donaron mobiliario escolar y juegos didácticos para un Jardín de Infantes y un merendero

“Más trabajo, menos reincidencia”

Personas privadas de la libertad de la cárcel de Dolores fueron protagonistas de una experiencia solidaria que benefició a un Jardín de Infantes y un merendero de esa ciudad, a los que les donaron mesitas, macetas, juegos didácticos y puff.

El emprendimiento se desarrolló en los talleres productivos de la Unidad 6, que depende del Servicio Penitenciario Bonaerense, en el marco del programa “Más Trabajo, menos Reincidencia”, que impulsa el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.

Este viernes a la mañana, autoridades penitenciarias llevaron la producción de los internos al merendero “El Embarcadero”, de Ameghino al 954, donde donaron tres mesitas, dos macetas, cinco cartucheras y dos carteritas, elaborados en el marco de los cursos de costura creativa para infantes y ornamentos para jardinería y confección de puff, realizados en el penal.

Luego, en el Jardín de Infantes Nº 902 “Abel Fleury”, ubicado en Mitre entre Junín y Reconquista, de la ciudad de Dolores, se donaron 40 bolsitas de tela y tres puff, también elaborados en el establecimiento carcelario.

Emilio Luppo, director de la Unidad 6, explicó que “en los dos proyectos solidarios trabajaron 14 internos” y agregó que “en estos espacios, los internos a la par de aprender, practican valores fundamentales para lograr su futura reinserción social y es así, a través de la cooperación y el trabajo en equipo, como se puede llegar a realizar cada una de las donaciones”.

Estas actividades cuentan con el apoyo y la coordinación de la Subdirección General de Trabajo Penitenciario, a cargo de Pablo Gascué, y la Jefatura del Complejo Penitenciario Este, cuyo titular es Pascual Letieri.

La experiencia se coordinó con la directora del Jardín N° 902, Jorgelina Guayta, y con María Balbuena, del merendero “El Embarcadero”.

Balbuena agradeció la donación y dijo: “Los trabajos son espectaculares y siempre vienen bien para los niños y las niñas que vienen al merendero, que habitualmente son entre 40 y 45 y en ocasiones especiales llegan a 100. Por eso el aporte que realizan desde la cárcel es muy importante. Es muy lindo ver estas mesitas tan hermosas, las sillitas, los juegos didácticos, que ya nos han donado anteriormente, y que hacen felices a los chicos y a nosotros, por eso estamos agradecidos de tener este lazo solidario”.

Como mensaje hacia los internos agregó: “Ojalá Dios toque los corazones de cada uno y que puedan modificar su estilo de vida. Está muy buena la inclusión, el poder sociabilizar con el afuera de esta manera y aprovechen esta oportunidad de poder crear, ser solidarios, sentir paz y que el oficio que aprenden les pueda servir el día de mañana”.

En el Jardín 902, a donde concurren 208 alumnos, Jorgelina Guayta contó que “los pufs se utilizarán dentro de las salas y el macetero adornará nuestro patio”. Agradeció al personal penitenciario y a los internos y añadió “Es muy valioso el trabajo que hacen en los talleres, dignifican a las personas y a nosotros nos da confianza sentir ese apoyo que nos brindan y es algo que nos motiva mucho a seguir construyendo juntos y haciendo cosas por los más pequeños”.

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