Es en respuesta a las sanciones aplicadas por Washington por la presunta interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales de 2020 y su papel en el ciberataque masivo de SolarWinds. Así lo anunció el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov
Rusia anunció el viernes que expulsará a diez diplomáticos estadounidenses en respuesta a las sanciones tomadas por Washington, entre ellos al director del FBI, la directora de inteligencia, el Fiscal General y la consejera de Seguridad Interior y agregó que “recomendó” al embajador de Estados Unidos en Moscú regresar a su país.
“Diez diplomáticos fueron incluidos en la lista que nos fue entregada con la petición de que dejen Estados Unidos. Nosotros vamos a responder a esta medida de manera recíproca y pediremos a diez diplomáticos estadounidenses en Rusia salir de nuestro país”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores Serguéi Lavrov, en conferencia de prensa.
También se le prohíbe la entrada al responsable de la agencia federal de prisiones y a dos ex altos cargos de la administración de Donald Trump: el ex consejero de Seguridad Nacional y el ex director de la CIA.
En el mismo anuncio, Lavrov afirmó que también expulsará a cinco diplomáticos polacos, en respuesta a la expulsión de Polonia de tres diplomáticos rusos, una medida adoptada el jueves por Varsovia para “solidarizarse” con las nuevas sanciones estadounidenses a Moscú.
“Hemos constatado la rapidez con la que Varsovia siguió los pasos de la administración estadounidense, exigiendo que se fueran tres diplomáticos rusos de Polonia. Por su lado, cinco diplomáticos polacos serán expulsados de Rusia”, agregó el ministerio.
Estados Unidos impuso el jueves varias sanciones a Moscú, que incluyen prohibir a bancos estadounidenses la compra de bonos soberanos del banco central, del fondo soberano estatal y del Ministerio de Finanzas, por la interferencia en las elecciones de noviembre, la intrusión informática y el acoso a Ucrania.
Además de expulsar a 10 diplomáticos estadounidenses, dijo que Moscú incluirá a ocho funcionarios estadounidenses en una lista de sanciones y pondría fin a la actividad en Rusia de fondos y ONG estadounidenses que, a su juicio, interfieren en los asuntos internos del país.
El diplomático dijo que Rusia también estaba considerando posibles medidas “dolorosas” dirigidas a los negocios estadounidenses en Rusia.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que ha propuesto que él y Putin se reúnan para celebrar una cumbre, pidió a última hora del jueves bajar la tensión tras el anuncio de las sanciones, y dijo que era vital que la Casa Blanca y el Kremlin mantuvieran abiertas las líneas de comunicación.
“(Putin) ha dicho en repetidas ocasiones que estamos dispuestos a desarrollar el diálogo en la medida en que nuestras contrapartes estén dispuestas a hacerlo. En este sentido, es probablemente positivo que los puntos de vista de los dos jefes de Estado coincidan”, dijo el portavoz del gobierno ruso Dmitri Peskov a los periodistas.
“Sus puntos de vista no coinciden categóricamente cuando se trata de crear relaciones mutuamente beneficiosas y de tener en cuenta los intereses del otro”, añadió sobre las sanciones.
La relación entre Rusia y Estados Unidos se volvió la más distante desde la Guerra Fría el mes pasado, después de que Biden dijo que pensaba que Putin era un “asesino” y Moscú llamó a consultas a su embajador en Washington. El enviado aún no ha regresado, casi un mes después.
Las sanciones fueron una respuesta a las sospechas de intromisión de Moscú en las elecciones estadounidenses del año pasado, el ciberacoso, el hostigamiento a Ucrania y otras supuestas acciones malignas.
El Kremlin dijo que Putin aún no había decidido si participaría en una cumbre sobre el clima liderada por Estados Unidos.
Con información de AFP y Reuters