El 15° Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI), que funciona en la órbita de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), aprobó hoy la incorporación del chamamé a la Lista Representativa del PCI.
El ministro de Educación de la Nación Argentina, Nicolás Trotta, dirigió unas palabras de agradecimiento por el reconocimiento que otorgó el organismo especializado de Naciones Unidas: “Agradezco en nombre del pueblo argentino a la UNESCO. El chamamé es ahora patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Nacido en nuestra querida provincia de Corrientes, ahora se puede proyectar al mundo para poder ser disfrutado por las ciudadanas y ciudadanos de toda la humanidad”.
Por su parte, el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, expresó: “Desde Argentina, ¡gracias a UNESCO por elegir a nuestra música como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad! Es un honor que el mundo reconozca con este galardón a nuestra máxima expresión artística. El chamamé es lo que sentimos, lo que pensamos, lo que soñamos, lo que vemos y vivimos todos los días, que es chamamé convertido en música, canto y baile. Este reconocimiento hace que tenga trascendencia mundial”.
Este elemento –que abarca música, letra, danza y demás formas de manifestación artística– fue propuesto para la inscripción por el Estado argentino y la gobernación de la Provincia de Corrientes. La adecuación de la postulación a las recomendaciones del Órgano de Evaluación de la Convención para la Salvaguardia del PCI (2003) estuvo a cargo del Instituto de Cultura de Corrientes.
La Convención de 2003 define al PCI como un conjunto de “usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural”.
El PCI abarca una amplia gama de manifestaciones, desde las tradicionales hasta las contemporáneas, en ámbitos rurales y urbanos. Es un patrimonio vivo, en constante cambio y evolución, recreado por las comunidades a lo largo del tiempo en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia. Otorga identidad comunitaria y contribuye a promover el respeto por la diversidad cultural y la creatividad humana, transfiriéndose de generación en generación.
Nuestro país adoptó la Convención para la Salvaguardia del PCI en 2006, mediante la Ley N° 26.118. Desde entonces, la Comisión Nacional Argentina de Cooperación con la UNESCO (CONAPLU) ha trabajado con las distintas áreas de gobierno en la promoción y difusión de esta herramienta, haciendo hincapié en la adopción de medidas necesarias para garantizar la protección del PCI e identificando los distintos elementos del PCI presentes en las comunidades, los grupos y las organizaciones no gubernamentales.