La cría pura con venta de terneros destetados en otoño, es probablemente el sistema ganadero en nuestra zona con menos rentabilidad y con más puntualidad de cobro en fecha fija, exceptuando alguna venta de vacas de refugo y terneras que exceden la reposición sin engordar.
Para aquellos campos de cría que presentan esta situación, y donde se ha tomado la decisión de plantear una producción de ciclo completo, este drástico cambio puede traer aparejado problemas en lo físico y sobre todo en lo financiero si no hay inyecciones de dinero extra predial.
Una manera de aplicar estos cambios sin someterse a situaciones de riesgo innecesarias, es comenzar en forma gradual, siempre y cuando el campo no sea obligatoriamente de cría y tenga sectores que trabajándolos, permitan los cambios.
Una propuesta es comenzar esta gradualidad con el engorde de la vaca de refugo: vaca vacía, vaca vacía vieja, (menos de medio diente), vaca o vaquillona con lesiones oculares severas, vacas que por selección del Productor o Encargado resuelvan que no queden en el rodeo madre, vacas que han estado enfermas y que al momento del tacto presentan un mal estado corporal no mejorable con tratamiento sanitario y requieran un cuadro de alimentación especial, vacas con buen estado corporal pero que han sido identificadas como “machorras”, vaquillonas que con buen estado durante el servicio en cuestión, han resultado vacías al tacto, lo que nos lleva a deducir que la causa de su falta de preñez no se ha debido a una alimentación deficitaria, sino a algún otro tipo de problema.
Todo este tipo de animales son relativamente sencillos de engordar y es una manera de incursionar en una diversificación con una categoría hoy altamente demandada desde el exterior, (principalmente China), con precios similares al novillo gordo. Los sistemas y forma de engorde de este tipo de vacas exceden al tamaño de esta nota, pero pensemos en sistemas pastoriles, (promociones de raigrás, avena o campo natural de calidad reservado para tal fin), sin suplementación con grano, privilegiando el negocio.
Si queremos acelerar este proceso de diversificación para que este sendero termine quizá en un ciclo completo con recría y engorde de machos incluidos, podemos pensar desde el primer año o el siguiente, incluir en el engorde a la ternera o vaquillona que excede a las necesidades de reposición del rodeo.
Esta ternera o vaquillona requiere una calidad de alimentación superior a las vacas antes mencionadas, pero inferior a los machos que en un futuro podamos incluir para terminar en el tan anhelado “ciclo completo”.
Las terneras o vaquillonas mencionadas para engordar, pueden trabajarse bajo sistemas pastoriles con o sin suplementación o directamente a corral, sobre todo si tenemos alguna posibilidad de producir grano en el propio campo.
Todo este proceso significa un aprendizaje para terminar en un tiempo, luego de incluido el macho, en un negocio de mayor rentabilidad con cría y venta de vacas, vaquillonas y novillos gordos, (ciclo completo).
Las variantes productivas para lograr este objetivo son múltiples y ameritan futuras notas y charlas, como así también la invitación a los interesados a pasar por nuestras oficinas de INTA para profundizar sobre el tema.
Ing. Agr. Ignacio Rípodas
INTA Dolores
EEA Cuenca del Salado