Sergei Ignashevich en contra aventajó al seleccionado ibérico a los 12 minutos y a los 41 lo empató Artem Dzyuba de penal. En la definición desde los doce pasos, el arquero local. Igor Akinfeev, detuvo dos disparos y le dio el triunfo al equipo anfitrión. Otro favorito que se vuelve a casa temprano tras los fracasos de Alemania y Argentina
España quedó eliminada en los octavos de final del Mundial-2018 al caer en la tanda de penales ante el equipo anfitrión, Rusia, por 4-3, después de que el tiempo reglamentario y la prórroga hubieran terminado con empate 1-1, este domingo en Moscú.
Koke Resurrección e Iago Aspas fallaron sus lanzamientos en la tanda decisiva, mientras que los rusos anotaron los cuatro que patearon, lo que terminó condenando al campeón mundial de 2010.
Los anfitriones resistieron el dominio estéril de los campeones de 2010 y salvaguardaron el empate 1-1 tras los 90 minutos reglamentarios y los 30 de prórroga.
Abundantes pases, pero sin claridad para llegar al arco rival hundieron a la Roja en el estadio Luzhniki de Moscú, que rugió cuando la pierna de Akinfeev desvió el disparo de Iago Aspas. El guardameta de 32 años también atajó el remate de Koke.
Los rusos, por su parte, no fallaron desde los 12 pasos: Fedor Smolov, Sergey Ignashevich, Aleksandr Golovin y Denis Cheryshev convirtieron.
La siguiente misión para un equipo que llegó a su Mundial con las expectativas por el piso será en Sochi, donde enfrentará al ganador del choque de octavos entre Croacia o Dinamarca, que se disputaba más tarde.
Después que el autogol de Ignashevich adelantó a España a los 12 minutos, todo pintaba favorablemente para el equipo de Fernando Hierro.
Pero sacaron el pie del acelerador y se dejaron empate a los 42 con un penal transformado por Artem Dzuyba tras una mano de Gerard Piqué en el área.
A partir de ahí, el duelo se diluyó en la intrascendencia a partir de la segunda mitad.
Aunque España gobernaba el trámite con un ritmo parsimonioso, fue incapaz de generar situaciones de peligro frente a un rival apertrechado en el fondo con dos bloques defensivos.
La Roja se adelantó al inicio del partido con un gol en propia puerta de Sergey Ignashevich en el minuto 12.
Rusia igualó con un penal transformado por Artem Dzyuba (41), después de que Gerard Piqué tocara el balón con la mano dentro del área.
La Roja dominó todo el partido (74% de posesión), pero sin encontrar resquicios en la férrea defensa rusa, con 10 hombres defendiendo en sus últimos 30 metros.
Con la entrada de Iago Aspas y Rodrigo, la selección española trató de evitar los penales y contó con un par de ocasiones para marcar en la prórroga, ambas salvadas por el arquero ruso Igor Akinfeev.
Es la primera vez en este Mundial que se define una eliminatoria desde los 11 metros.