Se trata de 340 viviendas ubicadas en Libertad. El candidato del FPV Gustavo Menéndez, que derrotó a Othacehé en las PASO, denunció que se buscó “borrar evidencias de una sobrecertificación de las obras” ante la inminencia de un nuevo gobierno.
La campaña en Merlo, espesa desde siempre, sumó un nuevo elemento alarmante hoy, cuando el candidato del Frente para la Victoria, Gustavo Menéndez, denunció que punteros que responden al intendente saliente, Raúl Othacehé, tomaron y destruyeron unidades de un barrio de 340 viviendas en Libertad.
“Algunos empleados municipales dicen que detrás de esa toma, además de haber un tema electoral, se busca tapar un desfalco”, indicó a INFOCIELO el candidato del kirchnerismo. “El gobierno nacional giró los fondos al municipio, que está a cargo de la obra y de la certificación. Habrían sobrecertificado obra, certificado obras que no existieron, lo cual constituiría un desfalco millonario”, agregó.
Según Menéndez, ante la posibilidad de que el nuevo gobierno investigue esto, un grupo de punteros fue “a borrar la evidencia”. “Han roto muchísimas casas, saquearon, robaron cosas. Son datos desalentadores para los que queremos vivir en democracia plena y apostamos al diálogo y a la honestidad”, dijo.
Menéndez concurrió ayer a la Fiscalía General de Morón para denunciar el hecho. El texto de la presentación, a la que accedió INFOCIELO relata que ayer “fueron usurpadas por desconocidos 340 viviendas ubicadas en Barrio Nuevo, localidad de Libertad, pertenecientes a un plan habitacional nacional, estando a cargo de la municipalidad de Merlo, el control de la obra y la certificación”
También afirma que la toma tiene por objeto “crear un caos social tres días antes de las elecciones, y un segundo y mucho más oscuro objeto, según empleados municipales de la Secretaría de Obras Públicas, cuya identidad se preserva por miedo a represalias”. Estas fuentes, afirma, la denuncia, “aseguran que el real motivo de la toma, a sido (SIC) cubrir un desfalco millonario en contra del erario nacional y de los vecinos merlenses”.
Según consta, esos empleados “funcionarios de ese municipio sobrecertificaban los avances de la obra” y, “ante la inminencia del nuevo gobierno, no tuvieron mejor idea que organizar la usurpación generalizada, con quema o destrucción de muchas unidades funcionales, a fin de que se destruyera prueba irrefutable de un grave delito”.