Quedó definido que el próximo 7 de marzo se reunirá el plenario de la Convención de la UCR bonaerense, una semana antes de la Convención Nacional.
Mientras se espera por una definición concreta por parte del radicalismo a nivel nacional, los dirigentes bonaerenses se repliegan en diferentes armados que terminarán de blanquearse en el mes de marzo para salir a jugar fuerte camino a las elecciones de agosto.
Expertos en internas, el radicalismo bonaerense tienen hoy cuatro espacios para ofrecer sus municipios o armados territoriales: Sumarse al PRO de Mauricio Macri, vestirse de renovadores junto a Sergio Massa, responder orgánicamente a Ricardo Alfonsin y prestar sus servicios al frente Unen o – los menos – seguir a Leopoldo Moreau cercano al kirchnerismo.
Ante este escenario, lo más probable es que la Convención bonaerense del 7 de marzo resuelva la “libertad de acción” para los dirigentes radicales del principal distrito del país.
El PRO causó gran revuelo con la entrega de ambulancias por parte de su precandidata a gobernadora, Eugenia Vidal, a los intendentes radicales Juan Alberto Gobbi (Chascomús), Carlos Gorosito (Saladillo), Pablo Zubiaurre (Ayacucho) y Esteban Hernando (Daireaux). Las posibilidades para un acuerdo electoral ya tienen su fundamento y las negociaciones están encaminadas. A estos hay que sumarle a Aníbal Loubet, intendente de General Guido.
Los que ya tienen un acuerdo cerrado son Sergio Panella, de La Plata, quien fue bendecido por Macri para postularse a la intendencia. Además de Mario Espada, ex intendente de Tres Lomas y el nombrado alcalde Esteban Hernando.
El radicalismo de Massa ya tiene sus dirigentes fundacionales en el Frente Renovador. A pesar de ello, de la mano de José Eseverri, intendente de Olavarría, se expresaron a favor del tigrense Diego Canuyán de 25 de Mayo, José Erreca ex intendente de Bolívar, y los dirigentes Carlos Ruiz y Ricardo Villa de Roque Pérez. Además, fue significativo el salto de la ex diputada provincial y secretaria general del partido, Cecilia Moreau.
Luego de ganar la presidencia del partido en la Provincia, la intención de Ricardo Alfonsín es contener a los dirigentes que siguen siendo tentados por los otros espacios, tarea que no tiene el resultado que prometió en la campaña de la interna partidaria. Es que muchos todavía le facturan – junto a Miguel Bazze – la alianza electoral con Francisco De Narváez.
Sin embargo, el ricardismo apuesta a los intendentes orgánicos que recuerden con anhelo aquella Lista 3. Éstos, junto a la mayoría de diputados y senadores de la Legislatura, por ahora, apuestan a consolidar el frente Unen a pesar de la indefinición nacional.
Finalmente, Leopoldo Moreau, histórico dirigente radical de estos 30 años de democracia, mantiene con firmeza el Movimiento Alfonsinista, y que suma un interesante número de dirigentes que siguen ligados, indirectamente, al Gobierno nacional.
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